¡Todos a bordo! Nos vamos a pasear en tren por Norteamérica

Por Otto Rodríguez
OneTravelGuru.com

Viajar en avión tiene la conveniencia de poder volar a destinos lejanos, manejar tiene el encanto de ir adonde desees con relativamente poco dinero, pero no hay nada como abordar un tren y dejar que bellos paisajes pasen por delante de tu mirada durante horas.

One Travel Guru quiere proponerte cinco paseos en ferrocarril que te resultarán memorables. Prepara tus maletas, ¿acaso no oyes la voz de “todos a bordo”?

Rocky Mountaineer, desde la bella Vancouver, en British Columbia, hasta Banff, en Alberta (Canadá).
Este clásico recorrido te traslada durante varios días por los rockies canadienses de una manera única. Disfruta de la belleza inigualable del oeste de Canadá desde los vagones con vestíbulo abierto del Rocky Montaineer. Y cuando llegues al área de Banff, comprenderás por qué es el más antiguo Parque Nacional y el más espléndido de ese país. A lo largo del camino te esperan, montañas, ríos, glaciares y las cascadas más inimaginables, además de una fauna sorprendente, entre ellos osos, ciervos y alces.

White Pass y la Ruta del Yukón, saliendo de Skagway, en Alaska.
Un consorcio de ferrocarriles canadiense ofrece desde Skagway una de las excursiones en tren más espectaculares del planeta. Se trata de un trayecto que rememora la ruta de la fiebre del oro de Klondike, cuando entre 1896 y 1899 alrededor de 100,000 personas se aventuraron a la prospección de ese mineral en la región canadiense del Yukón. Esta excursión, de poco más de tres horas, pasea al viajero durante 40 millas entre montañas, glaciares, inmensas cascadas, imponentes precipicios, túneles y otros sitios históricos, en un recorrido que parece sacado de un cuento de hadas.

Ferrocarril de Great Smoky Mountains, de la ciudad de Bryson hasta la localidad de Nantahala Gorge, ambas en Carolina del Norte.
Para los amantes de la vida campestre, este paseo tiene un especial atractivo, pues recorre áreas rurales de ese estado norteamericano, incluyendo bosques, ríos y montañas en los que puedes ver también la amplia fauna de las Carolinas.

El Tren del Gran Cañón, en Arizona, no puede faltar en esta lista.
Este extraordinario recorrido de un día se origina en el pequeño e histórico pueblo de Williams, en Arizona, y lleva al viajero hasta el borde sur del Gran Cañón, atravesando bosques y planicies que se abren justo antes del destino final. Es una excelente oportunidad para ver leones de montaña, alces, ciervos y otros animales. El histórico poblado de Williams, ubicado en la famosa Route 66, es en sí un destino notable, pues aquí se respira en cada esquina el ambiente del otrora oeste americano. No te pierdas una de las tantas actuaciones callejeras que tienen lugar durante la temporada alta y que transforman Williams en un paraíso de revólveres y vaqueros.

El Tren del Vino, en Napa. Y si aún te quedan deseos de pasear en ferrocarril y eres amante del vino, un recorrido que comienza en el centro de la ciudad de Napa y te lleva hasta el pintoresco poblado de Helena, atraviesa los principales viñedos de California. Esta excursión, que se realiza en un día, ocurre en vagones que tienen más de 100 años. Napa tiene también otros atractivos como conciertos al aire libre, bellos parques y excelentes hoteles.

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