La plaza central de Innsbruck es un sitio para deleitarse.

Estos cuatro destinos de Europa Central podrían cautivarte

Por Ada Méndez
OneTravelGuru.com

Los países del centro de  Europa, después de tan convulsos cambios sufridos, se están abriendo al mundo y ganando espacios dignos entre los viajeros de todo el planeta. Aquí tenemos cuatro ejemplos de cómo valorar estos destinos sin prejuiciarnos y aprovechar esos cambios para nuestro bien pues ofrecen excelentes precios y muchos atractivos para visitarlos:

1) Leipzig, Alemania
Esta hermosa ciudad alemana ha sabido sacudirse las reminiscencias de lo que fuera la tristemente célebre RDA y se ha ido abriendo al mundo con nuevos aires en la cultura, el arte, las costumbres y otros renglones. Tanto así, que si antes emigraban de ella, hoy día acuden a Leipzig artistas de muy diversas disciplinas para abrirse campo. Se han hecho muy famosos, entre otros rubros, los murales coloridos con los que celebran el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín, que puso fin a la tiranía comunista que por muchos años sometió a  la mitad de Alemania.

2) Brno, República Checa
La segunda ciudad en importancia después de Praga, la capital, ofrece al visitante verdaderos tesoros de arquitectura como iglesias, imponentes catedrales, esculturas y fachadas barrocas de incalculable valor histórico y artístico. No dejes de probar el vino blanco ligero de allí, otra de sus muchas razones para vacacionar en Brno. Su casco histórico es otra atracción, como lo son las múltiples puestas en escena de obras de arte, muy típicas de una sociedad culta como lo es la europea. Brno también presume de tener cosas únicas como el segundo mayor osario de Europa, con 50,000 esqueletos; un refugio nuclear; un obelisco con un reloj astronómico que dispara cada día a las 11 am docenas de bolitas de cristal y otras excentricidades.

3) Wroclaw, Polonia
Una ciudad tan bonita como Wroclaw no es fácil de hallar. En 2016 fue señalada como La capital de la cultura europea. Es una maravilla arquitectónica debido a diveras influencias de regímenes que la han ocupado a través del tiempo. Son de admirar sus calles adoquinadas, siempre limpias aunque muy concurridas. Sus edificios barrocos rodeados de cafés, restaurantes y bares representan una delicia para el turista, el cual puede deleitarse contemplando, desde su mesa, los innumerables puentes que atraviesan el río Odra. Y si lo que gustas es enriquecerte culturalmente, allí tienes la famosa Casa de la Ópera, galerías de artes, museos y diversos festivales que les hacen honor al arte en todas sus manifestaciones.

4) Innsbruck, Austria
Imagina una ciudad enclavada en medio de la cordillera montañosa de los Alpes y ya tienes ante ti una realidad que parece de sueños. Eso es Innsbruck. Los montañistas y senderistas se enamoran de ella no más visitarla por primera vez, pero también es célebre por sus amenidades urbanas, tales como deportes, funiculares en su propio downtown y otras. Son preciosas también sus edificaciones de época: iglesias antiguas, edificaciones al más puro estilo gótico, mausoleos, estatuas, monumentos, cementerios artísticos de estilo renacentista, castillos medievales y muchas atracciones más, que invitan a visitarla ya.