Málaga, una joya de la Costa del Sol
Por Otto Rodríguez
OneTravelGuru.com
Contemplando el horizonte, desde de las pintorescas colinas de una villa llamada Mijas, el viajero puede comprender porqué Málaga es la puerta de una de las regiones más bellas de España, y quizá de todo el planeta.
Ubicada en lo que se conoce como la Costa del Sol, en el sur de ese país, Málaga ofrece al visitante no sólo bellas playas y riqueza cultural, sino también una vibrante y agradable vida nocturna para los gustos más selectos.
Situada en la comunidad autónoma de Andalucía, Málaga es una de las ciudades más antiguas del mundo y el inicio imprescindible para quienes deseen vivir la aventura de recorrer extraordinarios sitios como Fuengirola, Torremolinos, Nerja y la famosa Marbella.
Con su moderna terminal de cruceros, esta ciudad es también un trampolín ideal para zarpar hacia populares destinos del Mediterráneo y de otros mares y países vecinos.
Pero comencemos el paseo en el Castillo de Gibralfaro, un imponente fuerte construido en siglo XIV, y que al estar ubicado en una colina, ofrece al visitante impresionantes vistas de todo lo que brilla y vale en Málaga.
Luego nos perdemos entre las callejuelas del centro y llegamos a la bella Catedral de Málaga, conocida aquí cariñosamente como La Manquita por el hecho de que una de las alas del edificio nunca fue terminada. Con su tradicional arquitectura renacentista, esta catedral tiene una de las naves e interiores más bellos que este reportero haya jamas visto en toda Europa.
A la hora del almuerzo, o más pegado a la tarde, según lo desee, vale la pena llegar hasta el viejo Mercado de Atarazanas, para degustar deliciosos jamones de todas las variedades imaginables, quesos y mariscos de cualquier tipo. Si de paella se trata, este es el sitio ideal para disfrutar de una muy especial.
Los amantes del arte hallarán de particular interés la Casa Museo del reconocido pintor español Pablo Picasso, quien nació en Málaga. Ubicada en la Plaza de la Merced, en pleno corazón de la ciudad, el museo exhibe no sólo pinturas, sino interesantes artefactos relacionados con la infancia de Picasso y su familia. Aquí también pueden verse exposiciones temporales de reconocidos pintores de todo el mundo y artistas malagueños de diferentes épocas.
En cualquiera de sus paradas, no deje de disfrutar de una copa del vino malagueño, conocido por su sabor dulzón y elaborado con uvas oriundas de la región, que se ponen a secar al sol.
Una atracción imprescindible en estos lares es manejar por toda la costa hasta Marbella, un paseo de apenas 60 kilómetros de distancia pero que recorre las ciudades y villas costeras que le dan un sabor especial a la Costa del Sol.
De particular interés resulta Mijas, pintoresca villa localizada en una cordillera montañosa cercana a Málaga y que fue fundada en tiempos prehistóricos. Una vez aquí, no deje de montar en burro, el símbolo de MIjas e imprescindible medio de transporte histórico, y disfrutar de una paella en los múltiples restaurantes o fondas del lugar. Un consejo: mientras más insignificante la fachada, mejor es la comida.
De regreso a Málaga, si le queda tiempo y energía, piérdase caminando por las callejuelas del centro, entrando aquí y allá, lo mismo para comer churros y tomar chocolate caliente que beber una sangría prácticamente a cualquier hora del día.
De esa manera, puede que usted también descubra porqué Malaga refleja el sabor inigualable de España mucho mejor que grandes, y relevantes, ciudades como Barcelona y Madrid.
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